LosSeñoresOscuros
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Funeral Vikingo

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Mensaje  getrok Dom Mayo 02, 2010 2:42 pm

Funeral Vikingo

El sol estaba bajo en el horizonte, solo

parcialmente escondido tras un bosquecillo de

acacias que hacían a modo de valla provisional...

-No queda mucho tiempo-, era Edward. Por lo

menos ahora lo era, antes de todo esto era solo Ed

o Eddy para sus amigos. -Será mejor que

volvamos.

-¿Cuánto tardaremos?

Edward entornó los ojos para mirar desde la

colina hasta el bosque, -Una hora, puede que algo

más mas...

Ben agachó la cabeza sólo un instante, acción que

debió llamar la atención de Edward. Cuando la

mano de Edward toco el hombro del joven, Ben

forzó una sonrisa. -Las chicas van a extrañarse si

no volvemos... - Su voz se cascó un poco. Esperaba

que Edward no lo hubiese oído, pero de alguna

manera sabía que sí.

Los dos hombres caminaron rápidamente de

vuelta al granero, una enorme estructura a la que

le faltaban la mitad de los tablones. Debió ser de

color rojo intenso hace ya algún tiempo, pero

ahora estaba desprovisto de pintura en su mayor

parte. Apestaba por los años en los que contuvo

animales, pero comparado con las calles de Des

Moines, era soportable.

Edward empujó la puerta principal abriéndola.

Las chicas estaban preparadas en la furgoneta.

-Edward-, dijo Mandy saltando a sus brazos con

su pelo rojizo cayendo sobre sus hombros, -ella

empezó a sentirse muy cansada, intenté

mantenerla despierta,... pero...

Rozó ligeramente los labios con los de la chica, -

Lo sé muñeca, hiciste todo lo que pudiste.

-Ben, ve a echarle un vistazo. Yo iré a poner la

furgoneta a punto.

Ben asintió con la cabeza y fue a la parte trasera

de la furgoneta. Vanessa estaba allí tumbada, en

una cama improvisada, con su pelo enredado

sobre la cara a causa del sudor. Ben se paró por

un momento y simplemente la miró, ella era

sencillamente preciosa- puede que preciosa no

fuese una palabra lo suficientemente fuerte,

despampanante la describiría mejor. Tomó su

mano entre las suyas. Estaba fría, pegajosa y

empapada en sudor. Se inclinó para inspeccionar

la mano más de cerca. Su piel había empezado a

retraerse en las puntas de los dedos, haciendo que

sus uñas pareciesen garras.

-Bueno-, dijo Ben levantándose tan rápidamente

que golpeó el techo de la furgoneta con la cabeza.

-Tranqui, jefe, no nos podemos permitir perderte

ahora...- Edward miró la mano de la chica, -¿Y

bien?

-La fiebre ha remitido, su pulso esta asentado en

46... - Ben agachó la cabeza. Sus palabras

salieron de su boca lenta y trabajosamente. -No

pasará de esta noche.

El silencio se hizo eterno. Ben no podía mirar a

Edward. -Yo lo haré Ed...

-No... es mi hermana. Tengo que traerle paz... -un

largo silencio se hizo entre ellos dos. -Pon la

furgoneta en marcha Ben, nos pondremos en

marcha en unos minutos.

Ben asintió en silencio y fue hasta la puerta del

conductor. Crujió escandalosamente al abrirse y

Ben se acomodó en el asiento del conductor. Se

ajustó a su cuerpo confortablemente. Pensó en lo

extraño que era que durante los últimos meses el

único bienestar que había sido capaz de conseguir

era aquel estúpido asiento en una vieja furgoneta

roída por las ratas... sus pensamientos fueron

interrumpidos por el sonido del 30-30 de Edward.

Miró a Mandy que estaba en el asiento del

copiloto. La cara de la chica se desfiguró de

angustia mientras las lágrimas corrían sin

oposición por su rostro, -Yo... Yo...- miró a Ben en

silencio y el chico puso una mano en su rodilla.

La puerta corredera chirrió amenazadoramente. -

Vámonos Ben...

La furgoneta rugió volviendo a la vida y salió

derrapando del granero bajo la luz del

crepúsculo. Ben quería decir algo para

reconfortar a su amigo de algún modo, pero que se

puede decir para consolar a un hombre que

acababa de tener que disparar a su único familiar

superviviente...

-Joder... no nos dieron mucho tiempo, ¿verdad?...-

La voz de Edward lo sacó de su trance. Ben miró

a fuera hacia un claro del bosque, totalmente

seguro de que un pequeño grupo de malditos

zombies se amontonaban a lo largo de la

carretera.

-¡Pisa a fondo Ben!

Los ocho cilindros del motor de la furgoneta

rugieron mientras el vehículo se abalanzaba sobre

los zombies. Ben estaba agradecido por el sonido,

ya que acallaba el desagradable golpeteo de los

zombies mientras la Chevy los atropellaba. Ben

comprobó el retrovisor y encontró que 2 quedaban

todavía en pie.

-¡Quedan 2 Ed!

-¡Pisa a fondo Ben...! ¡Machácalos!

Los ojos de Ben volvieron al frente justo a tiempo

de ver el árbol.

Ben se despertó yaciendo sobre un charco y

oyendo el sonido de los disparos del 30-30 de

Edward. Se sentó rápidamente y entonces deseó no

haberlo hecho. El latir de sus sienes nublaba su

visión, pero vio a Edward que se enfrentaba a

grupo de tres zombies que seguía avanzando.

Aquellos tres sin embargo eran diferentes. Mientras

los otros se movían lenta y pesadamente, estos se

agitaban de forma salvaje y se movían a una

velocidad casi sobrehumana. Ben busco su .357 pero

no estaba por ahí... estaba todavía en la furgoneta.

Ben avanzó a trompicones hacia el vehículo y se

encontró la puerta del conductor demasiado

abollada para abrirse, pero vio su pistola caída en

el asiento. Vio a Mandy en el otro asiento con la

cara cubierta por la sangre que chorreaba de una

herida que tenía en la frente. Quedó paralizado

por el pánico un instante, pero la melodía del rifle

de Edward le hizo regresar. Rompió la ventana de

un codazo y agarró su pistola.

Ben se volvió hacia los zombies y les disparó una

ráfaga rápida de tres balas. La primera destrozó

la frente de uno de los zombies, convirtiéndolo en

un montón de carne apestosa, pero el segundo

realmente esquivó las balas. Ben quedó atónito

por un momento, mirando al cadáver sin poderlo

creer mientras saltaba sobre él.

El zombie voló sobre el aturdido Ben, y

probablemente lo hubiese matado si Edward no

hubiese visto la escena y hubiese metido dos balas

en la cabeza del muerto viviente. Incluso así, el

cadáver ahora inerte golpeó a Ben con la fuerza

de un camión, cubriéndolo de sangre, fragmentos

de cráneo y pedacitos de materia gris.

Ben se quitó de encima el cadáver justo a tiempo

de ver como el tercero de ellos golpeaba a

Edward. El zombie lo tiró al suelo desgarrado y

mordiendo mientras caían, al mismo tiempo que el

30-30 volaba hacia la furgoneta...

“¡¡¡Aléjate de él maldito hijo de puta!!!”

Parecía como si una fuerza invisible empujara al

zombie para quitárselo a Edward de encima.

Entonces el cadáver se levanto y miró a Ben con

sus ojos blancos e irreflexivos. Edward gateó

hacia la furgoneta, y hacia su rifle.

Ben simplemente se quedó allí, en un duelo de

miradas con la mujer muerta. Estaba tan sumido

en el trance que el sonido del 30-30 lo hizo caer al

suelo. Rodó por el suelo y encontró a Edward

mirándole, con una expresión de perplejidad /

desconcierto dibujada en su rostro.

-¿Cómo demonios has hecho eso?

Ben sacudió la cabeza, azotado por un repentino

escalofrío, -Yo... no sé... era... podía...

-¿Qué diablos hiciste?-. Ben se encontró con el

cañón del 30-30 apuntándole.

-No lo sé. Era como si... pudiese ver a través de

ella... Yo.

Edward bajó el arma, -¿Mandy?

Ben miró a la furgoneta, y aquel sentimiento

enfermizo fluyó por el de nuevo. Los dos hombres

se apresuraron hacia el vehículo. Edward llegó

primero, su adrenalina le dio la fuerza suficiente

para arrancar la puerta del Chevy. Ben miraba

impotente mientras Edward sacaba a la chica de

la furgoneta. El cuerpo de la chica caía de una

forma casi antinatural mientras la llevaba

sostenía en sus brazos...

-¿Esta...?

-Todavía no... - dijo Edward mientras la metía de

nuevo en el vehículo, -aunque lo estará...- dijo

mientras le apartaba el pelo de la cara.

-Oh Dios mío... Edward, lo siento...

Edward se volvió hacia él. -Esta bien Ben, - dijo

mientras se limpiaba una lágrima, -debí haber

conducido yo...

Ben intentaba decir algo, pero encontró que su voz

no estaba dispuesta a cooperar.

-Toma-. Edward le dio el rifle. -Ten cuidado, solo

quedan unas 20 balas.

Ben agitó la cabeza y entonces levantó la vista

hasta encontrarse con la de Edward -¿De qué

demonios hablas?

Edward sonrió, una sonrisa que hizo que Ben

sintiera escalofríos. -Ese último lo consiguió,

Ben-, dijo mientras levantaba su brazo para

mostrar a Ben el enorme mordisco que había en

su bíceps. -Tengo unos pocos días, una semana a

lo sumo. Y Mandy-dijo mirando cariñosamente a

su mujer, -bueno, no puedo dejarla, y ella se irá

en un día o dos...

Un largo silencio atenazaba la escena, entonces

Edward agarró a Ben por los hombros. -Coge la

comida, el rifle y sigue tu camino viejo amigo.

Déjame para que vea a mi mujer... - Ni siquiera

intentó reprimir las lágrimas que ahora corrían

libremente por sus mejillas.

-Pero...

Edward le interrumpió, -Nada de peros, la noche

se te viene encima en poco tiempo, tienes que

esconderte... muévete.

Ben cogió el rifle con lágrimas en los ojos, se

volvió y se alejó caminando.

Oyó una explosión, pero no miró atrás para ver la

pira que era la furgoneta, la pira en la que estaba

el último de sus amigos...

By Getrok


Fuente Zombie: All flesh Must Be Eaten
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